"Mientras empacaba para mi viaje de trabajo, mi hija de tres años, estaba encantada y pasando un buen rato jugando en mi cama. En cierto momento me dijo:
- Papi mira esto – y paró dos de sus deditos de la mano-.
Tratando de tenerla entretenida, cogí su mano y me metí los dos deditos de su mano en mi boca.
Me voy a comer estos deditos.. le dije simulando comérmelos, antes de salir del cuarto de nuevo.
Cuando regresé mi hija estaba parada en la cama mirando sus deditos desde varios ángulos y con una expresión devastadora en su cara, por lo que le pregunté:
- ¿Qué pasa mi amor?
Y ella me contestó:
- ¿QUE LE PASO A MI MOCO? "
Bueno, esta niña desobedeciendo las instrucciones de su maestra, sumergio directamente sus manos en el yeso que se estaba fraguando en ese momento, sin saber que cuando el yeso solidifica, se calienta a temperaturas superiores a 60 grados. Cuando se dieron cuenta los demas estudiantes de lo que sucedia, fue imposible liberarle las manos del yeso, ya para cuando fue posible romper el yeso en el hospital, las manos estaban quemadas.
Sus manos han requerido varias operaciones durante estos ultimos dos años, pero solo fue posible salvarle dos dedos en una mano y ninguno en la otra.
Puedes ver la historia completa aqui:
http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/2678966/Schoolgirl-lost-fingers-in-lesson.html
Quizas los alumnos deben poner mas atencion a las instrucciones de sus maestros y no tratar de pasarse de listos.
Los dedos no retoñan.
Manos en un parque de Gangneung, Corea del Sur.