

Miguel Hidalgo y Costilla tiene la distinción única de ser un padre en tres sentidos de la palabra: un padre sacerdotal en la iglesia Católica Romana, un padre biológico que tuvo hijos ilegítimos en desafío de sus votos sacerdotales, y el padre de la patria, Mexico. A diferencia de George Washington, Hidalgo nunca llego a ser presidente del país, sin embargo al igual que Washington, Hidalgo fue el hombre que puso en marcha la lucha de la independencia contra un país europeo que había llegado a ser excesivamente opresivo.

Hidalgo nunca tomó sus votos sacerdotales demasiado en serio. Engendró a dos hijas fuera de matrimonio, leyó los trabajos anticlericales de los filósofos enciclopédicos franceses y parecía considerar a la iglesia mas bien como una empresa que le proveería de un ingreso regular. Entre compañeros de clase en el Colegio San Nicolás, Miguel era conocido como "el zorro".


El crecimiento político e intelectual de Hidalgo fue consolidado por calidad de miembro en las sociedades literarias que eran tan frecuentes en México colonial a principios del siglo XIX. Estos círculos literarios, que pronto se convirtieron en círculos políticos, eran las incubadoras verdaderas del movimiento de la independencia en México.
El deseo de Hidalgo de la libertad para su gente también fue alimentado por un fuerte instinto igualitario. En Dolores y San Felipe, su parroquia anterior, Hidalgo abrió su casa no sólo en los intelectuales criollos disidentes de quienes él derivó muchos de sus ideas pero también a los indios y a los mestizos oprimidos. Fue la empatía de Hidalgo con las masas lo que sería su gran virtud pero a la vez un defecto fatal para el movimiento de la independencia una vez comenzado.(cont...)